Barcelona: ¿qué ver en 48 horas?

¿Estás pensando en cambiarte de país por unos años? ¿Y aún no sabes a dónde ir? Nosotros te recomendamos las siguientes 10 mejores ciudades de Europa para vivir durante una buena temporada.
Cada año, se realizan encuestas e investigaciones sobre cuáles son las ciudades más habitables del mundo y de cada continente. En este caso, como punto de partida nos basaremos en la clasificación de calidad de vida creada por Mercer, el mayor proveedor de datos en este área, y el Índice de Habitabilidad de cada ciudad desarrollado por la Unidad de Inteligencia de ‘The Economist’.
Para valorar cuáles son las mejores ciudades de Europa, se han tenido en cuenta los datos cuantitativos extraídos de los índices de criminalidad, la atención y servicios médicos, las infraestructuras, la calidad del agua, la corrupción, el nivel educativo, la cultura, la preocupación política y social por el medio ambiente y la disponibilidad de instalaciones para hacer deporte.
De esta manera, es posible clasificar objetivamente las mejores ciudades del viejo continente para vivir, las que tendrán un próspero futuro y las más sostenibles de Europa.
Además de saber cuáles son las 10 mejores ciudades para vivir, es de suponer que también serán las mejor acondicionadas para ser visitadas, siendo así algunos de los mejores lugares para viajar este año…
¿Cuáles son las 10 mejores ciudades de Europa para vivir en 2019?
La capital alemana, Berlín, es sin duda una de las ciudades que pueden enorgullecerse de su modernidad y libertad. Toda la ciudad brinda al visitante todo tipo de lugares de ocio como cafeterías, restaurantes, cervecerías, locales de música y por supuesto, lugares con mucha historia y cultura. La puerta de Brandenburgo, el Memorial del Holocausto, el Reichstag y los restos del muro que separaron esta ciudad durante 28 años.
La ciudad en la que los canales, los tulipanes y las bicicletas son protagonistas, se llama Ámsterdam. Un lugar donde se respira libertad de todo tipo, perfectamente adaptado para recorrértelo de cabo a rabo en bicicleta. La capital holandesa ofrece una amplia variedad de visitas culturales como ir a la casa donde vivió toda clase de penurias Ana Frank o recordar las maravillosas obras de Van Gogh, además de una oferta de lo más hedonista como los coffee shops o el barrio rojo.
La mayor concentración de museos de Suiza, se sitúa en Basilea, por lo que su principal atractivo turístico es la cultura y el arte. Su gran tesoro se esconde en el Kunstmuseum Basel, el museo de bellas artes con las colecciones más amplias y antiguas de Europa, en el que es posible ver cuadros de Picasso, Van Gogh y Warhol. Otra de las actividades más recomendables es pasear por su casco antiguo medieval disfrutando de las vistas que ofrece esta ciudad, y mucho mejor si es mientras se come un basler läckerli, el típico pastel de miel.
Ginebra alberga muchísimas cualidades indicadoras de su habitabilidad como la limpieza, la seguridad ciudadana y la riqueza económica, entre otras. Como ejemplo de esta última, es que en esta ciudad se encuentra la habitación de hotel más cara del mundo. Situada a orillas del lago Leman y rodeada por los Alpes, esta urbe es perfecta para pasear por sus calles empedradas que conducen a la catedral o navegar en una barca por el lago.
Copenhague tiene muchas cosas para disfrutar a orillas del Báltico. La ciudad con la sirena más famosa del mundo, tiene lugares tan atractivos como los jardines de Tivoli, que es uno de los parques de atracciones más antiguos del mundo, las coloridas casas a lo largo del canal Nyhavn y el mercado de Torvehallerne. Asimismo, su indicador más distinguido para ser una de las mejores ciudades para vivir es su sostenibilidad, puesto que su objetivo prioritario es reducir abruptamente las emisiones de CO2.
Fráncfort, la ciudad alemana de los rascacielos, es sede del Banco Central Europeo y centro financiero de todo el país germano. Tiene tal relevancia está ciudad que su aeropuerto es uno de los más concurridos a nivel internacional. Pero sin lugar a dudas, además de sus impresionantes edificios a orillas del río Main, son de digna mención las casas típicas alemanas del centro de la urbe, fielmente reconstruidas tras la II Guerra Mundial, y los nueve museos situados en el borde del muelle.
Düsseldorf es una de las mejores ciudades de Europa para vivir, pero es la menos turística de esta lista. Este lugar, a pesar de ser muy industrial, tiene una gran elegancia y es uno de los referentes en la arquitectura moderna. Tres de sus edificios más emblemáticos han sido obra del maestro Frank Gehry. Atravesada por el río Rin, esta ciudad posee un casco antiguo de lo más tentador para los amantes de la cerveza, ya que es conocido como «la mayor barra de Europa», por la gran cantidad de tabernas que hay.
Múnich, es la segunda ciudad alemana más visitada después de Berlín y uno de los motivos es la Oktoberfest, el festival anual de la cerveza. Son casi 7 millones de turistas los que recorren las cervecerías más famosas de la ciudad bávara durante el mes de octubre. Además de esta bebida tan representativa de Alemania, Múnich destaca por la calidad de sus museos como el Deutches Museum o incluso el propio de BMW.
Zúrich es el motor económico de Suiza, ya que los dos bancos más grandes del país tienen sus sedes ahí. Esta ciudad multicultural que cuenta con un centro histórico datado desde el Medievo, se encuentra rodeada por montañas y ubicada al lado del lago que lleva su nombre. A pesar de no ser una ciudad muy grande, alberga numerosos museos y galerías, entre los que se diferencian el Museo de la FIFA y el del Dinero.
Y el premio a la mejor ciudad de Europa para vivir, se lo lleva Viena, y también del mundo. La capital austriaca convence a los dos encuestadores por antonomasia, por sus excelentes calificaciones en el estado de infraestructuras, nivel de educación, atención médica y estabilidad económica. Esta ciudad está llena de palacios que se construyeron durante el gran imperio austriaco, al igual que de edificios de estilo barroco. Otra de las cosas que llaman la atención de los visitantes es el parque del Danubio, Donaupark, donde tienen lugar muchos conciertos en verano.